Enganchados con el Gritstone

Aprovechando un viaje de trabajo en Escocia decidí que había llegado el momento de probar la escalada inglesa, el mítico Gritstone que muchos de nosotros conocimos por primera vez con la película “Hard Grit”.

Ahora había que encontrar alguien a quien engañar para un viaje así… vías cortas, riscos que en nuestro país pasarían desapercibidos, escalada en antiguas canteras, elevada posibilidad de lluvias, mosquitos y ni un solo parabolt o seguro fijo. Desde luego no iba a ser fácil… pero siempre hay gente con tu mismo desorden mental, así que finalmente nos juntamos cuatro catacaldos de la escalada con historia y personalidad.

La escalada es, como poco, peculiar. La roca se denomina Gritstone. Es una arenisca silícea de grano gordo y muy dura. Sólo se puede encontrar en el Reino Unido e Irlanda, por lo que es muy especial. En el Reino Unido llega a un status de roca de culto para sus escaladores. La otra faceta que hace que la escalada en este país sea tan peculiar es su estricta ética. Nada de seguros fijos en la pared, ni parabolts, ni clavos, ni reuniones, ni nada. Su roca es su bien más preciado por la poca cantidad que hay, así que la veneración y el respeto van un paso más allá que en cualquier sitio en el mundo.

Hay vías de fisura en las que puedes emplazar tantos seguros como quieras y vías de placa en las que han respetado la roca y no han metido nada, esperando quizá años hasta que alguien tenga el valor y la técnica para hacer la vía desde abajo. Ellos dicen que siempre se puede, pero que hay que tener paciencia y dedicarle trabajo.

La escuela donde más escalamos fue Stanage, está en medio del parque nacional del Peak District, en la campiña Inglesa. Rodeado por un paisaje precioso, para llegar a los sectores hay que atravesar un helechal enorme, en menos de 15 minutos estamos ya a pie de vía de los sectores más cercanos. Ahora toca elegir por cual empezar y para ello hay que entender la graduación de dificultad Británica, que no entienden ni ellos, o ir a ojo con las vías que te gusten desde abajo. En esta escuela se pusieron a prueba y dejaron su marca escaladores como Joe Brown, Don Whillans, Jerry Moffat, Ben Moon, Johnny Dawes… historia bajo las manos.

El tercer día contactamos con unos amigos de la zona, Tom Randall y Pete Whittaker, si no habéis oído hablar de ellos os recomiendo ver alguna de las películas «Wide Boyz». Al igual que su país, unos tipos peculiares y muy majetes. Estuvimos escalando fisuras en Millstone, comiendo Pizza Sueca en su jardín y probando la sala de torturas de su sótano en Shefield. Estos tipos sí que son unos motivados. Entrenando en este sótano, y escalando como auténticos jabatos, han conseguido encadenar algunas de las vías de fisura más duras del mundo.

Un viaje muy recomendable si te gusta visitar sitios especiales aunque no esten de moda, sitios que te enseñan otro modo de ver la escalada, la roca, y el respeto entre nosotros, la comunidad de escaladores.

Yo, el año que viene vuelvo. Hemos dejado deberes pendientes y escuelas por visitar.

Larga vida al Grit!

Texto: Aitor Borreguero.

Fotos: Rubén Martín , Guillermo Beverino, Jaime Moreno, Tom Randall, Aitor Borreguero.